domingo, 9 de noviembre de 2008

Domingo, 9-11-08

Hoy he estado bastante tiempo estudiando y haciendo deberes, como todos los domingos. Y, como todos los domingos, me vuelvo a decir a mí mismo lo mismo, que no me deje todo para el último día. Pero en fin, qué le voy a hacer, soy así.

Aún sigue intrigándome mucho el tema de las letras que aparecen aquí escritas y que, al parecer, sólo yo puedo ver. No he probado a enseñarle el "Adiós" que salió ayer a mi hermana, pero supongo que pasará lo mismo que con la frase del día anterior y no quiero que me tome por loco. Cuánto me gustaría desvelar este misterio... especialmente el porqué de la aparición de las letras, pero también me gustaría saber si soy un "elegido" o algo así y por eso sólo puedo leerlas yo...

>> Estas en lo cierto, eres un "elegido". MI elegido. Desde el momento que este diario salío a la venta lo destiné (me destiné, si se quiere ver así) a ti. Aunque, por supuesto, no lo sabías, no podías dejar de comprarme. Y a mí, no a cualquier otro. Me gustaría haber podido esperar algo más hasta desvelarme, pero fruto de la impaciencia cometí el error de desvelarme el primer día comentando tu nota. Y no quería que te volvieses loco, así que, tras unas dudas (que puedes ver traducidas por ejemplo en que ayer te dijera el "Adiós" y nada más), he decidido contártelo. Ahora, ya no hay misterio... o eso creo.

Pero... ¿por qué sólo leo las letras yo?

>> Ya te lo he dicho, eres mi elegido.

Y... ¿por qué lo soy?

>> Cuanta pregunta... pero bueno, entiendo que debes de estar bastante desconcertado. Te explicaré un poco: tú eres muy especial, Mario, no sé si lo sabrás y, como yo también soy muy especial... estamos hechos el uno para el otro. (Leve sonrisa)

Entiendo... Bueno, tengo que reflexionar sobre esto, aún no sé si lo he asimilado... Adiós

>> Hasta pronto.

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